En el Caribe vive desde hace mucho tiempo, más antiguo aún a la llegada de los primeros pobladores, un caracol grande y muy bello que todos los caribeños conocen, con diferentes nombres populares o vernaculares. Se le conoce como Caracol rosa en México, pero en el México prehispánico, los aztecas lo llamaron Teccizmama. En Venezuela, se le conoce como Botuto, Cambombia en Panamá, Cambute en Costa Rica, Caracol gigante en Honduras, Caracol pala en Colombia, Caracol en Nicaragua, Carrucho en Puerto Rico, Cobo en Cuba.
El Caracol rosa construye su concha antes de salir del huevo. Al momento de la eclosión, tiene una concha con una espira y media.Cuando los bebés salen de sus huevos, son tan pequeños que no se les puede ver a simple vista. Se puede encontrar por lo menos 10 en una gota de agua pero se requiere de un microscopio para verlos.
Durante un mes aproximadamente, los bebés caracoles van a formar parte del plancton nadando y dejándose transportar por las corrientes del mar Caribe. Es difícil decir a donde llegarán durante su largo viaje, pero se sabe que pueden viajar desde México hasta Florida en un mes.
Todos los animales pequeños y todas las algas microscópicas que flotan en el agua del mar forman el plancton. Pero en el plancton, no todos viven en paz. Existen larvas, como las larvas de moluscos que comen solo algas microscópicas (se puede decir que son herbívoras), pero otras larvas son carnívoras. Por ejemplo, las larvas de langostas y cangrejos se comen a otros animales pequeños como los propios bebés del Caracol rosa y los bebés de las almejas.
Muchos animales carnívoros del plancton se comen a los bebes del caracol que no están aún protegidos por una concha sólida. Desde la metamorfosis y hasta que ellos tienen un año, se esconden en la arena y salen a comer en la noche, pero a muchos se los comen los peces y otros animales carnívoros.
A partir de un año cuando la concha del caracol ya es un poco más sólida, salen más a menudo de la arena, pero están obligados a defenderse de sus primos los caracoles carnívoros, también de las langostas, de los cangrejos ermitaños, otros cangrejos carnívoros, de peces carnívoros y de todos los animales que son sus predadores naturales en el mar.
Aquellos que logran sobrevivir hasta los dos años, están casi a salvo, puesto que su concha es aún más dura otorgándoles una mayor protección.Su último medio de defensa es bajar a las praderas marinas más profundas donde los pescadores y buzos no pueden capturarlos.
Estado actual del caracol rosa:
Sabemos que el proceso evolutivo de cada ecosistema es dinámico y lleva a la extinción de muchas especies. De hecho, sólo entre el 2 y el 4% de las que vivieron en algún momento en la Tierra existen aún, pues la inmensa mayoría desapareció mucho antes de que la especie humana empezó a poblar el Planeta. Pero lo que ocurre ahora es que las especies se están extinguiendo a un ritmo mucho más elevado que nunca, debido a la acción del hombre. Se han perdido al menos unas mil especies en los últimos 5 siglos, cifra que seguramente es mucho mayor ya que se refiere naturalmente sólo a organismos “visibles” y no a los invertebrados, microorganismo.
Un estudio publicado en la revista Science sostiene que cuando una especie está en peligro de extinción, hay cientos de especies más que corren el riesgo de desaparecer junto con ésta. Esto se debe a las relaciones de dependencia que existen entre ellas. Por cada animal o vegetal en peligro, los investigadores calculan que se debe temer la extinción adicional de unas 6.300 especies “dependientes”.
Particularmente, el caracol rosado se encuentra declarado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como Especie Amenazada Comercialmente como resultado de la sobrepesca y la caza furtiva. De las especies dependientes del caracol rosado, y las cuales por lo tanto peligran si este desaparece, tenemos: tortugas, rayas, morenas, cangrejos, langostas, meros y manaties.
Para contrarrestar esta situación, Xel-Há promueve la conservación del caracol protegiendo a la población adulta, reproductiva, con individuos juveniles que tienen buen crecimiento y sobrevivencia, por lo que se le considera un santuario del caracol rosa.Se mantiene un programa de educación ambiental para sensibilizar a la sociedad sobre la protección y rehabilitación de la especie.
¿Sabías qué se está rescatando al Soldado Rosa en Xelhá?
Gracias a nuevos modelos de manejo sustentable y herramientas de información geográfica en 2014 se marcaron 2,700 caracoles de diferentes etapas de crecimiento (juveniles, sub adultos y adultos). Debido a este monitoreo continuo, se ha detectado que la población ha logrado un aumento del 79%. Estamos a tiempo. Salvemos el caracol rosa.